Hoy en día, vivimos en un mundo que se mueve a un ritmo acelerado, de continuos cambios y exigencias crecientes, por lo que para poder alcanzar las metas propuestas en la vida, nos toca embarcarnos en un proceso de preparación y crecimiento personal en una forma integral; sin embargo ,aunque jóvenes y adultos en general, conocen estos hechos, es increíble ver como muchos de ellos deciden tomar un “camino fácil” y no esforzarse, dejando a un lado sus estudios y abandonando sus sueños, corriendo el riesgo de quedarse rezagados en el camino de aquellos que logran avanzar hacia la meta propuesta.
Es lamentable ver, la cantidad de jóvenes que no continúan sus estudios de secundaria y, aún más, los que no llegan a terminar una carrera universitaria. Según la Revista Iberoamericana de Educación, en Venezuela, un promedio del 30% de los adolescentes abandona los estudios de educación secundaria. Una vez escuché a un amigo decir, que el camino del estudio es como una puerta: En pre-escolar es amplia y a medida que se va avanzando en la primaria, en la secundaria y en la universidad, esta se va haciendo más angosta, de manera que el realizar un postgrado, maestría o doctorado, es casi como una vía intransitable que sólo los valientes logran atravesarla.
Claves que debes saber
He aprendido, que para alcanzar las metas personales, familiares, y profesionales que nos establecemos en la vida, se requiere de responsabilidad, madurez y actitud de determinación. Asimismo, para poder obtener sabiduría, conocimiento e inteligencia, se requiere capacitación a través de la educación adquirida en el hogar, en la escuela y por medio del estudio de los principios de vida establecidos por Dios, los cuales nos permitirán desenvolvernos mejor como personas y desarrollar capacidades que luego emplearemos para nuestro provecho, y para el de la sociedad en que vivimos, ya sea a través de carreras técnicas, universitarias o a través del servicio a la comunidad.
En la Biblia, aprendemos que Jesús le daba importancia al estudio: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” (Lucas 2:52). Dios tiene planes especiales para cada hombre o mujer que decide prepararse y así, Él nos ayuda a sacar un mayor provecho de los dones, habilidades y destrezas que nos han sido otorgados. Según nos cuenta la historia bíblica en el libro de Daniel 1:17.“Estos cuatro jóvenes recibieron de Dios mucha inteligencia y sabiduría para entender toda clase de libros y de ciencias.” Dios les dio a Daniel y a sus amigos un mayor entendimiento y crecimiento en sabiduría, asimismo, Dios puede hacerlo cuando alguien quiere capacitarse y crecer en conocimiento y sabiduría. “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y Él se la dará” (Santiago1:5).
Conclusion
La decisión de prepararse al nivel académico es un acto de valentía, ya que implica dedicación, esfuerzo y convicción. El estudio abre puertas, permite ver la vida desde una perspectiva diferente, ayuda a experimentar las distintas esferas sociales y profesionales, ocupando lugares donde solo los más capacitados y entrenados pueden llegar y, más importante aún, nos permite ser de impacto positivo en la comunidad, aportando positivamente para tener una mejor comunidad, un mejor desenvolvimiento de una sociedad que de oportunidades para todos, en paz y equilibrio social, en el respeto y honor a Dios, ¡un mejor país!
Por: Yoscar Villalobos