Introducción
De las múltiples experiencias vividas durante mis cuatro décadas de matrimonio, ser médico, haber viajado a cada continente con diferentes culturas y haber vivido en tres de ellos; por la gracia de Dios, he llegado a aprender y entender ciertos fundamentos acerca de nuestra existencia como seres humanos y he aprendido lecciones que nos ayudan a como hacer nuestra inevitable existencia terrenal lo más placentera, tanto para nosotros como individuos como para quienes inevitablemente nos rodean, y lo más importante, viviendo confiados de que estamos cumpliendo el plan que Dios preparó de antemano para cada uno de nosotros.
Antecedentes
Definitivamente creo que fuimos creados por el Dios Creador del universo y de todo lo que en él existe. No creo en la teoría de la evolución, no creo ser descendiente del mono, ni que alguna de mis células tiene un gen similar al de la cucaracha. Creo igualmente que como el perfecto creador o fabricante, Dios describió un manual de fabricación y de funcionamiento de su creación y lo dictó al hombre en lenguaje terrenal para que lo pudiéramos entender. De allí pues se crea la Biblia (libros) como el manual de Dios, el fabricante, la cual nos enseña el porqué, el cómo y paraqué fuimos creados por Dios y como debemos operar y funcionar en la tierra en el día a día.
Las ciencias a través de los siglos ha venido “descubriendo” y entendiendo los principios que fueron establecidos por Dios, y que fueron descritos hace más de 2000 años en la Biblia. Por lo tanto, en este estudio yo no diré nada nuevo sino que trataré de hacer una resumida recopilación de lo que fue escrito en el manual de vida, la Biblia. No les parezca extraña las “coincidencias” que encontrarán en algunos de los principios bíblicos que discutiremos con lo que haya leído en libros científicos o en libros de administración. Muy probablemente sus autores aprendieron estos principios científicos o de administración que enseñan, a partir del estudio del mismo manual del fabricante, la Biblia.
Es importante agregar que, he aprendido que Dios Creador dictó sus principios de vida para instruirnos en cómo vivir una vida satisfactoria, y nos da a entender la razón, el por qué y, el paraqué de nuestra existencia, pero sin embargo El no nos obliga a aceptarlos y a practicarlos. De Dios depende el que tengamos la oportunidad de conocerlos y entenderlos; de nosotros depende el decidir seguirlos.
Principios de Administración
Partiremos del principio fundamental de que fuimos creados para vivir en comunidad. No vivimos solos como seres individuales sino que vivimos con alguien, nacimos en familia y luego interactuamos con miembros de otras familias y de la comunidad donde habitamos. De allí entonces, que fuimos equipados para establecer comunicación con Dios nuestro creador, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien y para quien fueron hechas todas las cosas, y con su creación, especialmente con nuestros congéneres humanos así como con su creación que nos rodea. (Colosenses 1:16)
Fuimos creados desde el principio con la comisión de ser mayordomos, sojuzgadores, administradores de lo que se produce en la tierra, en las aguas y en los aires. Génesis 1:28-31 dice: “Y los bendijo Dios con estas palabras: ¡Reprodúzcanse, multiplíquense, y llenen la tierra! ¡Domínenla! ¡Sean los señores de los peces del mar, de las aves de los cielos, y de todos los seres que reptan sobre la tierra!. Y dijo Dios: ¡Miren! Les he dado toda planta que da semilla y que está sobre toda la tierra, y todo árbol que da fruto y semilla. Ellos les servirán de alimento. Para toda bestia de la tierra, y para todas las aves de los cielos, y para todo lo que repta sobre la tierra y que tiene vida, toda planta verde les servirá de alimento. Y así fue. “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”.
De este pasaje podemos aprender que cualquier actividad que el hombre realiza en la tierra va a estar relacionada con la humanidad, y va a producir un resultado individual, en el prójimo; en la familia, en la comunidad o en la creación que nos rodea, bien bueno, o malo. Reflexionemos un poco y veremos que toda actividad de arte, ciencia y tecnología parte y regresa a estos fundamentos de la creación. Esto nos ayuda a entender el por qué cuando Dios dictó los Diez Mandamientos, los presentó como los principios a observar y guardar para poder vivir una vida eficiente, próspera, productiva y como luego, el Señor Jesucristo explicó que toda la Ley y los Profetas se resumen en el amar a Dios y al prójimo como a uno mismo.(Mateo 22: 37-39).
Conociendo el significado de la palabra prosperidad*, ahora pues veamos con más detalle los principios básicos de administración que nos pueden ayudar a vivir una vida próspera en la tierra:
- “Busca primero el Reino de Dios y su Justicia y lo demás vendrá por añadidura» (Mateo 6: 33). Si nos enfocamos en el vivir de acuerdo a los principios del Reino de Dios, lo demás viene como agregado. Recordemos que los principios del reino se encierran en el amar a Dios y al prójimo como a uno mismo; o hacer con los demás lo que quiero sea hecho conmigo (Mateo 5-7). El apóstol Pablo resumió estos principios en su carta a los Romanos cuando dijo que “el reino de Dios no es cuestión de comida ni de bebida, sino de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. (Romanos 14: 17). Reflexión. ¿Amas a Dios con toda tu alma, tu mente, tus fuerzas hasta el punto en que decides hacer lo que Él dice y no lo que te parece menos comprometedor? ¿Consideras a tu prójimo como a ti mismo?, ¿ albergas falta de perdón contra alguien o contra ti mismo?.
- “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y tengas una larga vida sobre la tierra” (Efesios 6:2-3). Note que dice: “que es el primer mandamiento con promesa”, la promesa de una buena y larga vida sobre la tierra. Reflexión. ¿Has honrado a tus padres con tus acciones y con lo que dices, con tus palabras, independientemente de quienes son o lo que hayan hecho?
- “¡Dichoso aquél que piensa en los pobres! En los días malos el Señor lo ayudará!”(Salmo 41:1). El favorecer al pobre en su necesidad y tratarlo con justicia tiene un efecto protector para quien le ayuda. “Oprimir al pobre es afrentar al Creador; tener misericordia del pobre es honrar a Dios” (Proverbios 14: 31). “Dar algo al pobre es dárselo al Señor; el Señor sabe pagar el bien que se hace” (Proverbios 19: 17). Reflexión. ¿Ves al necesitado y lo ayudas o dejas que lo haga el gobierno, u otros?.
- “El amor al dinero es la raíz de todos los males» (1Timoteo 6: 10 a). El dinero no es malo, es el amor al dinero lo que puede llevar a una serie de problemas personales y con la sociedad. “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, si tenemos sustento y abrigo, contentémonos con eso. Los que quieren enriquecerse caen en la trampa de la tentación, y en muchas codicias necias y nocivas, que hunden a los hombres en la destrucción y la perdición; porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual algunos, por codiciarlo, se extraviaron de la fe y acabaron por experimentar muchos dolores. Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la mansedumbre”. (1Timoteo 6: 7-11). Dios nos promete la satisfacción de todas nuestras necesidades y aun la abundancia cuando vivimos de acuerdo a sus principios, sin embargo, nuestro corazón debe estar enfocado es en la justicia, la fe, la piedad, la mansedumbre, el amor. Reflexión. ¿Cuál es tu concepto acerca del dinero y que representa en tu vida?.
- “El que toma prestado se hace siervo del que presta” (Proverbios 22:7b) Evitar comprometerse con deudas evaluando cuidadosamente si se trata de una necesidad que se estaría cubriendo, las soluciones y opciones posibles para aplicar y la seguridad de poder pagarla efectivamente, tomando en cuenta los principios establecidos en el pasaje leído en 1Timoteo 6: 7-11 y revisar si estamos cumpliendo con nuestros diezmos y ofrendas. En Proverbios 22:1-2, también leemos: “Mejor tener buena fama que mucha riqueza; la buena fama es mejor que la plata y el oro. El rico y el pobre coinciden en algo: a uno y otro los hizo el Señor”. Cuidemos en no convertirnos en esclavos del dinero. Reflexión. ¿Cómo administras tus ingresos, son tus deudas inevitables?.
- Dios es quien da el poder y la habilidad para hacer las riquezas “Más bien, acuérdate del Señor tu Dios, porque él es quien te da el poder de ganar esas riquezas, a fin de confirmar el pacto que hizo con tus padres, como en este día” (Deuteronomio 8:18). De la conocida Parábola de los talentos o del siervo negligente, podemos aprender principios de administración del dinero que el Señor Jesucristo expone (Mateo 25:14-29). Reflexión. Los dones y habilidades de trabajo, creatividad, profesión nos las da Dios y a nosotros nos toca usarlas, perfeccionarlas, cuidarlas.
- “Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma” “Cuando estábamos con ustedes, también les ordenamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma” (2 Tesalonicenses 3: 10). El trabajo es fundamental. Desde temprana edad, bien recogiendo los juguetes, luego haciendo las tareas escolares y dejando ordenado el cuarto o participando en las labores de limpieza y más adelante, ejerciendo el tipo de actividad de trabajo que se desarrolle para sustento; el trabajar es fundamental en la vida del ser humano, a menos que existan limitaciones físicas que impidan ejercerlo. “Llega el invierno y el perezoso no siembra; cuando llega el verano, no halla comida”. (Proverbios 20:4). Reflexión. ¿Cómo manejas tu trabajo en la casa, en el sitio de trabajo. Eres diligente en el orden y en la calidad de lo que haces?.
- “Por lo tanto, es necesario que nos sujetemos a la autoridad, no sólo por causa del castigo, sino también por motivos de conciencia” (Romanos 13:5). Debemos obedecer las leyes civiles con integridad, en forma transparente, incluyendo el pago de impuestos. Independientemente si el gobierno es corrupto o no, debemos actuar en integridad. “Las pesas y las medidas falsas son cosas que al Señor le repugnan”. (Proverbios 20:10). Reflexión. ¿Obedezco las leyes de tránsito, cuido la ciudad y cuido no ensuciarla, pago los impuestos y no me someto a acciones “facilitadoras” pero ilegales?.
- Hagamos nuestro trabajo con excelencia, dando todo lo mejor, en integridad y rectitud de propósito. “Ustedes, los siervos (empleados), obedezcan a sus amos (jefes) terrenales con temor y temblor, y con sencillez de corazón, como obedecen a Cristo. No actúen así sólo cuando los estén mirando, como los que quieren agradar a la gente, sino como siervos de Cristo que de corazón hacen la voluntad de Dios. Cuando sirvan, háganlo de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres” (Efesios 6: 5-7). Reflexión. ¿Estoy trabajando en la casa o en mi empleo siguiendo estos principios?.
- ¡Protege mi integridad y rectitud, pues en ti he puesto mi esperanza! (Salmo 25: 21). Con la ayuda del Señor y su Palabra procuremos vivir una vida en integridad y rectitud, sin codicia, idolatría, adulterio, fornicación o murmuración, cuidando lo que hablamos y lo que pensamos de nosotros y de los que nos rodean. La integridad y la rectitud nos protegen “Si mi corazón se hubiera fijado en la maldad, el Señor no me habría escuchado”. (Salmo 66:18). Reflexión. Si hemos estado practicando estas cosas, es tiempo de cambio. El Señor Jesucristo nos perdona, nos liberta y nos transforma.
- “Los bienes adquiridos apresuradamente al comienzo al fin de cuentas no serán bendecidos.” (Proverbios 20: 21). La persona que busca ganar o recuperar dinero a través de negocios irregulares o de juegos de azar no solo corre el riesgo de perder dinero o pertenencias, sino que también se expone al riesgo de ser controlado y volverse adicto a los juegos. Las ganancias productos de juegos usualmente no duran. Reflexión.
- “Seis días trabajarás y harás toda tu obra” (Deuteronomio 5:12, 13,14). No olvidemos el día de reposo para reposar, tener comunión con Dios y con la familia. Dios nos enseñó la importancia de guardar el día del reposo y de confiar en él. El reposar facilita el tiempo para compartir con la familia, con amigos, con Dios, y ayuda a mantener una salud equilibrada. El Señor Jesucristo dijo que “El sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado”. (Marcos 2:23-27). Reflexión.
- Otro principio de prosperidad es el trato considerado de los animales. Es uno de los principios de administración o mayordomía de la creación de Dios.”El justo cuida de la vida de sus animales” (Proverbios 12: 10a). Reflexión. ¿Cómo trato a las mascotas, perros, gatos o a los animales que crio: gallinas, vacas. Los trato con consideración y los alimento?
En cuanto al dar, Dios demanda que una parte de los ingresos que nos da debe ser destinados para «que haya alimento en mi casa», la iglesia, descrita como el “cuerpo de Cristo” (Efesios1:22-23). El significado de este principio se aplica al financiamiento de la extensión del Evangelio de Jesucristo; incluyendo la manutención o ayuda de los que se encargan de la extensión de su reino como ministerio u oficio a tiempo completo o parcial. Igualmente aplica en el ayudar al hermano necesitado, al huérfano, al pobre, a los padres y a los ancianos; a la viuda y al extranjero; bien sea en forma individual o a través de organizaciones: iglesias y ministerios para-eclesiásticos. Las proporciones y la distribución se encuentran en la Biblia categorizadas como: diezmos, primicias, ofrendas y limosnas.
Diezmos. Se refiere al apartar el 10% de los ingresos obtenidos para darlos a la iglesia, regularmente. “Traigan todo el diezmo al tesoro y haya alimento en mi casa. Pruébenme en esto, ha dicho el Señor de los Ejércitos, si no les abriré las ventanas de los cielos y vaciaré sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde. A causa de ustedes increparé también al devorador, para que no les consuma el fruto de la tierra ni su vid en el campo se quede estéril, ha dicho el Señor de los Ejércitos” (Malaquías 3: 6-11). Dios definió el concepto del diezmo en el Antiguo Testamento, y lo ratificó en el Nuevo Testamento. Es esta, la única oportunidad que se lee en la Biblia que Dios nos pide probarle. El dice “pruébame” y verás que si lo haces, yo te abro la ventana de los cielos. También es de hacer notar que Dios nos dice que reprenderá también por nosotros al devorador, cuando nosotros somos fieles con los diezmos. Otras referencias acerca del diezmo: Génesis 14: 19-20, Levítico 27: 30-34, Mateo 23: 23.
Primicias. Es el primer cheque, sueldo, ganancia, cosecha que obtenemos. “También les darás las primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas” (Deuteronomio18: 4). Se trata del primer dinero sueldo o incremento de ganancia de un proyecto, empleo o inversión que recibimos y lo damos totalmente. El resultado es que veremos multiplicado lo que hemos dado. Otras referencias: Éxodo 22: 29, Proverbios 3: 9-10.
Ofrendas. Una cantidad que la persona determina, de acuerdo a como se haya prosperado. Se da a los padres, al pobre, al huérfano, a la viuda, al necesitado, a organizaciones sin fines de lucro cumpliendo con la misión de ayudar a otros: programas de alimentación, vivienda, salud u orfanatos. Se da ocasional o regularmente. Puede ser registrado y darse a conocer. “Y digo esto: El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que siembra con generosidad también con generosidad cosechará. Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en ustedes toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abunden para toda buena obra; como está escrito: Esparció; dio a los pobres. Su justicia permanece para siempre. El que da semilla al que siembra y pan para comer, proveerá y multiplicará la semilla de ustedes y aumentará los frutos de la justicia de ustedes.” (2 Corintios 9: 6-10).
Limosna. Se da ocasionalmente, especialmente al necesitado. Debe ser privado y en cantidad definida por la persona que da. “Cuando tú des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que la gente los alabe. De cierto les digo que con eso ya se han ganado su recompensa” (Mateo 6: 2).
Todos estos principios explicados, también cumplen con el principio de la siembra y la cosecha: “No se engañen. Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará.” (Gálatas 6:7). Si sembramos amor, cosechamos amor, si odio, odio recibiremos. Si damos, recibiremos. El Señor Jesucristo dijo: “Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante. Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos” (Lucas 6:38).
Esto es un resumen de los principios básicos para vivir en prosperidad en la tierra. Mucho más podría ser agregado. Personalmente hemos vivido tan tangiblemente estos principios, que si llegaremos a escribir los testimonios, tomaría cientos de páginas el hacerlo. Hay gente que practica muchos de estos principios sin saber de dónde proceden; otros saben de dónde vienen y no los practican.
Finalmente, es esencial reconocer que nadie por sí mismo podría cumplir totalmente los principios o ley de Dios sin errar, y este es precisamente el primer paso a tomar para iniciar una vida estable y productiva. Se requiere primeramente el reconocer la necesidad de experimentar el cambio de vida y el reconocer a Jesucristo como nuestro Redentor, Salvador y Señor de nuestras vidas, y a partir de allí, seremos progresivamente transformados, entrenados para cumplirlas y preparados para toda buena obra, desarrollando la capacidad de entender lo que es mejor y conveniente. (Romanos 3: 23-24, Romanos 8: 12-14, Efesios 2: 10).
“Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová,
Aun a sus enemigos hace estar en paz con él”
Proverbios 16: 7
REFERENCIAS
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Por: Dra. Ledy Maldonado de Rivas
Excelente aportación!!! Mil bendiciones!!!